Mi perra "bandolera" tenía un arte de estiramiento yóguico muy interesante.
Primero se ponía con las patas delanteras estiradas, con la cabeza erguida y el hocico apuntando al cielo, trasero pegado al suelo. A continuación con un ligero movimiento de vaivén, como si del saludo al sol se tratara, cambiaba de posición y su cabeza bajaba hacia el suelo mientras que las patas traseras estiradas elevaban su trasero hacia el cielo.... momento que aprovechaba para tirarse un pedo estruendoso.
Simpático ritual canino,
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